miércoles, 11 de marzo de 2015

Las vírgenes suicidas

Esto de ir a tres exámenes por semana parece acaba con cualquiera. ¡Pero aquí estoy! En estos dos meses he leído algunos libros, pero me apetecía reseñar este. Lo leí hace más de un mes, pero igualmente me ha apetecido reseñarlo: sin ser para nada del tipo de libros que suelo leer, incluso después de un mes me encuentro aún pensando en él de vez en cuando, como el recuerdo que surge ocasionalmente de un libro particularmente bueno.


Sinopsis: En menos de un año y medio, las cinco hermanas Lisbon, adolescentes entre trece y diecisiete años, se suicidaron. Los jovencitos del barrio habían estado siempre fascinados por esas inalcanzables jóvenes en flor, y veinte años después, aquellos chicos ya en la frontera de la mediana edad, intentan desentrañar el enigma de aquellas lolitas muertas que siguen fascinándolos.

Lo primero que hay que decir es que esta historia llevaba llamándome la atención bastante tiempo. Tenía intención de ver la película de Sofia Coppola — la vi después de leerlo y tengo que decir que, pese a ser una adaptación bastante buena, como película me dejó bastante fría — y, sin embargo, me regalaron el libro por Navidades y no pude resistirme a leerlo. Y me alegro bastante de haberlo hecho: la historia de las hermanas Lisbon y la forma de narrar de Eugenides son ambas, como poco, estupendas.

Por un lado tenemos a las misteriosas hermanas Lisbon, que se asemejan en cierto modo al típico grupo de niñas de una familia con dudosas tendencias ultrareligiosas. Estas niñas, pese a tener poco desarrollo a lo largo de la novela, se presentan al principio de esta como meros bocetos, un batiburrillo de cinco muchachas sin distinción entre una y otra. Sin embargo, conforme avanza la historia Eugenides nos otorga ciertos detalles que nos presentan a las Lisbon como lo que verdaderamente eran: individuas diferentes unidas por la tragedia y la falta de sentido que le encuentran a la vida.

Sin embargo, cabe decir que hay algo que me ha gustado incluso más que el retrato de las hermanas Lisbon, y es la forma de narrar la historia de Eugenides. El narrador en este caso es completamente externo: un muchacho del barrio, cuyo nombre no conocemos en ningún momento, que observa la tragedia de la familia Lisbon junto con sus amigos. Es sin duda la forma más adecuada de narrar esta historia, en cierto modo de la misma manera que la observa el lector: en primera persona, dejando traslucir los sentimientos de horror y sorpresa que habría producido el episodio de las hermanas Lisbon en el barrio en el que vivían.

En todo, el libro me ha parecido una obra breve, pero indudablemente brillante. No había leído nada de Eugenides, pero sin duda alguna se trata de un narrador excelente — ya tengo Middlesex pendiente para leerlo — y con una imaginación tremenda. De Las vírgenes suicidas no solo impacta como historia, sino como novela estremecedora y brillantemente narrada. De todas las formas que se pueden abarcar temas como el suicidio, la adolescencia o la falta de motivación en la vida, la de Eugenides se trata de una de las más brillantes que he visto hasta la fecha.

Mi nota: 8/10.