lunes, 5 de agosto de 2013

De viaje por los países socialistas

¡Buenas a todos! Esta última semana he aprovechado mucho para leer, y entre los tres que me he terminado estaba esta joyita de García Márquez que no había caído en mis manos todavía. A decir verdad, no había oído nunca hablar de él, ni siquiera en mis pesquisas por internet – pero hacen unos días lo encontré en PDF y, suponiendo que sería una lectura curiosa, decidí leerlo. Y la verdad es que fue una idea bastante acertada.


Sinopsis: El periodismo siempre ha ido muy unido a la literatura de viajes, e incluso hay libros viajeros de gente tan excelente que ha recibido el premio Nobel de Literatura: es el caso del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, con un apasionante libro que sirve como retrato de otra época no muy lejana, más allá del Telón de Acero.

Con esta idea nos sumimos en la novela, que más bien es de carácter periodístico. Es, ni más ni menos, que una obra que abarca los meses que pasó tras el Telón de Acero – referida en el libro como la Cortina de Hierro, que viene a ser lo mismo – viajando por los países que en aquellos años estuvieron bajo la influencia de la implacable Unión Soviética. Se trata de un relato basado en sus propias experiencias, con la narrativa característica de García Márquez: limpia, libre de adornos y con ese deje latino que lo caracteriza.

Personalmente, me ha parecido un libro tremendamente interesante en el que se abarca perfectamente lo que conllevaba ser un ciudadano o incluso un visitante en los países del Este de Europa durante los años de la Guerra Fría. Las frases magistrales de García Márquez ("Así es Praga: su antigüedad no parece anacrónica".) o cómo lo retrata todo de forma realista y sin embargo sin el deje pesimista de otras obras de la época. Es un retrato impecable de un viaje por 22.400.000 kilómetros cuadrados sin un solo aviso de Coca-Cola, por un continente que aún se curaba de las heridas de la Segunda Guerra Mundial y tímidamente comenzaba a salir a flote. Personalmente, me quedo con las impresiones del escritor sobre Moscú y Praga, su retrato tan curioso de la Varsovia comunista y la escalofriante descripción de su visita al campo de concentración de Auschwitz.

Mi nota: 8/10.

domingo, 4 de agosto de 2013

La Ladrona de Libros

Parece ser que este verano va de relecturas. La semana pasada le tocó a uno de mis libros favoritos, quizás el que completa mi trío dorado con París era una fiesta y El Gran Gatsby. Cabe decir que es el único libro aparte del anteriormente mencionado de Hemingway que he leído más de tres veces, y con cada una de mis relecturas he descubierto algún pequeño detalle que me ha enamorado aún más, leyéndolo en un soplo y deseando más con las últimas palabras de Markus Zusak.




Sinopsis: Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia. En ese pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo la niña se convirtió en una ladrona de libros y regalaba palabras. Con esas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.

Lo primero que tengo que decir es que, nada más de escribir el resumen (que es ni más ni menos el de la contraportada del libro) ya me han entrado escalofríos. Porque La ladrona de libros es así: te atrapa, te absorbe, te sorprende. Es un relato completamente de los años en los que Alemania estuvo bajo el yugo del Tercer Reich; pero ante todo es un relato sobre la amistad y el poder de las palabras. La capacidad de Markus Zusak para hacerla una novela tremendamente humana y con emoción es hasta sorprendente.


~ Una breve aclaración ~
Es la única novela que he leído que me ha hecho llorar.


Lo mejor del libro sin duda son los personajes. A veces, en momentos puntuales de la historia, te preguntas cómo pueden ser tan deliciosamente humanos: Hans con su acordeón, Max con sus peleas con el Führer y Liesel con sus dudas y su amistad pura con Rudy Steiner. No revelaré detalles sobre la trama, porque la gracia de la novela está precisamente en comenzar a leerla sin siquiera saber bien de qué va. Poco a poco vas conociendo a los diferentes personajes y vas cayendo en las redes de La ladrona de libros. En cuanto te das cuenta, has cerrado el libro, esta vez sin colocar un señalador. Miras al techo y te preguntas cómo puede haber pasado todo tan rápido. Y te limpias las lágrimas secas que todavía tienes en la cara.

En definitiva, todo el mundo debería leer este libro. Y cuando digo todo el mundo, me refiero a cualquier persona de doce años en adelante. No creo que sea un libro que entienda de gustos literarios: es algo que simplemente te llegará al alma tanto como si eres de leer a los grandes autores del Romanticismo como si estás acostumbrado a algo mucho más light. Es una historia preciosa, pura, desnuda, sin tapujos: perfecta, diría yo.

~ Un comentario ~
En mi opinión, a todos los que nos gusta La ladrona de libros
es porque tenemos un poco de Liesel en nuestro interior.

Mi nota: 10/10.