domingo, 4 de agosto de 2013

La Ladrona de Libros

Parece ser que este verano va de relecturas. La semana pasada le tocó a uno de mis libros favoritos, quizás el que completa mi trío dorado con París era una fiesta y El Gran Gatsby. Cabe decir que es el único libro aparte del anteriormente mencionado de Hemingway que he leído más de tres veces, y con cada una de mis relecturas he descubierto algún pequeño detalle que me ha enamorado aún más, leyéndolo en un soplo y deseando más con las últimas palabras de Markus Zusak.




Sinopsis: Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia. En ese pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo la niña se convirtió en una ladrona de libros y regalaba palabras. Con esas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.

Lo primero que tengo que decir es que, nada más de escribir el resumen (que es ni más ni menos el de la contraportada del libro) ya me han entrado escalofríos. Porque La ladrona de libros es así: te atrapa, te absorbe, te sorprende. Es un relato completamente de los años en los que Alemania estuvo bajo el yugo del Tercer Reich; pero ante todo es un relato sobre la amistad y el poder de las palabras. La capacidad de Markus Zusak para hacerla una novela tremendamente humana y con emoción es hasta sorprendente.


~ Una breve aclaración ~
Es la única novela que he leído que me ha hecho llorar.


Lo mejor del libro sin duda son los personajes. A veces, en momentos puntuales de la historia, te preguntas cómo pueden ser tan deliciosamente humanos: Hans con su acordeón, Max con sus peleas con el Führer y Liesel con sus dudas y su amistad pura con Rudy Steiner. No revelaré detalles sobre la trama, porque la gracia de la novela está precisamente en comenzar a leerla sin siquiera saber bien de qué va. Poco a poco vas conociendo a los diferentes personajes y vas cayendo en las redes de La ladrona de libros. En cuanto te das cuenta, has cerrado el libro, esta vez sin colocar un señalador. Miras al techo y te preguntas cómo puede haber pasado todo tan rápido. Y te limpias las lágrimas secas que todavía tienes en la cara.

En definitiva, todo el mundo debería leer este libro. Y cuando digo todo el mundo, me refiero a cualquier persona de doce años en adelante. No creo que sea un libro que entienda de gustos literarios: es algo que simplemente te llegará al alma tanto como si eres de leer a los grandes autores del Romanticismo como si estás acostumbrado a algo mucho más light. Es una historia preciosa, pura, desnuda, sin tapujos: perfecta, diría yo.

~ Un comentario ~
En mi opinión, a todos los que nos gusta La ladrona de libros
es porque tenemos un poco de Liesel en nuestro interior.

Mi nota: 10/10.

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