jueves, 2 de enero de 2014

Pero ¿qué será de este muchacho?

¡Primera entrada del 2014! Este año me he propuesto leer mucho más de lo normal, así que intentaré pasarme por aquí todo lo posible. El primer libro que ha caído este año ha sido una pequeña delicia del Nobel Heinrich Böll, maestro de la postguerra alemana y autor de obras que a título personal han cambiado mi forma de ver lo que fue el nazismo y su impacto en la sociedad alemana. Sin embargo, Pero ¿qué será de este muchacho? no se trata de otra cosa sino una autobiografía: el autor, en menos de cien páginas, nos relata sus años en la escuela durante el nazismo, desde 1933 a 1937. Con palabras sutiles e idas y venidas por la historia del ascenso al poder de Hitler, Böll relata una historia entretenida, breve y con un ejercicio de reflexión importante.


Sinopsis: El 30 de enero de 1933 el presidente alemán Paul von Hindenburg nombra canciller a Adolf Hitler. Ese día, Heinrich Böll tiene quince años y seis semanas y casi exactamente cuatro años más tarde, el 6 de febrero de 1937, termina el bachillerato. Este libro, escrito cerca de cincuenta años después, rescata los años en que Böll asistió al colegio bajo el régimen nazi. La noticia de la llegada al poder de Hitler la recibe estando enfermo con gripe; pronto se multiplican las señales de lo que vendrá: palizas, uniformes, las primeras quemas de libros, gente que es hecha prisionera y llevada a campos de concentración, de donde todos vuelven cambiados y sin ganas de hablar de ello.

Sería lógico pensar que, siendo un texto autobiográfico, lo primero que habría hecho Böll justo tras el prólogo habría sido caer en el dramatismo. Sin embargo, nos encontramos ante un texto claro, tranquilo y, dentro de lo que cabe, objetivo. Si bien Böll da constantemente su opinión acerca de las idas y venidas del gobierno nazi, no deja de hablar con sosiego de cosas que a fecha de hoy nos sorprenderían enormemente: quemas de libros, restricciones de la libertad de los ciudadanos alemanes y fuertes palizas que el propio autor vislumbró a tan solo unos metros de su casa. Es ese sosiego con el que lo relata todo, esa tranquilidad con la que describe una adolescencia en el Tercer Reich, lo que más me ha llamado la atención del libro.

También me gustaría destacar el hecho de que el libro fue escrito casi cincuenta años después de los eventos relatados en la obra. Incluso el propio autor aclara en las primeras páginas que es probable que contenga algunas fechas erróneas o datos incorrectos y, pese a ello, parece tener una facilidad sorprendente para recordar los nombres de las calles en las que palpó por primera vez los primeros estragos de la barbarie nazi.

En definitiva, es un libro corto, ameno, aunque quizás solo entretenido para aquellos a los que nos fascina todo relacionado con la época del ascenso de los fascismos y de la Segunda Guerra Mundial. De no ser así, podría resultar algo pesado. Pero, como todo, es un libro curioso que merece la pena hojear, así como el resto de títulos del bien merecido Nobel Heinrich Böll.

Mi nota: 7/10.

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